La reforma a la salud en Colombia, ya aprobada en la Cámara de Representantes, plantea cambios significativos que podrían afectar directamente a las Entidades Prestadoras de Salud (EPS). Una de las novedades más destacadas es la creación de los Centros de Atención Primaria (CAPs), cuyo rol y funcionamiento aún genera incertidumbre.
La directora de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud, Gina Rojas, enfatizó en una entrevista con Pulzo que los CAPs no reemplazarán los tratamientos de alta complejidad. Según Rojas, estos centros complementarán el actual sistema de salud, que actualmente se centra más en la enfermedad que en la prevención. La atención primaria en salud se orientará hacia la gestión del sano, buscando un equilibrio entre la prevención y la cura.
Sin embargo, Ana María Vesga, presidente ejecutiva de Acemi, expresó su preocupación sobre el impacto que la creación de los CAPs podría tener en las EPS. Según Vesga, estas instituciones se encargarán del nivel primario tanto en lo administrativo como en la atención en salud. La EPS Gestora recibirá a los usuarios para la atención de mediana y alta complejidad, pero en una red que no selecciona, contrata ni gestiona. Esta separación entre los niveles de atención podría complicar el proceso para los pacientes y posiblemente reducir la efectividad en términos de resultados en salud.
Este escenario plantea desafíos para las EPS, que podrían experimentar una transformación significativa en sus roles y responsabilidades dentro del sistema de salud colombiano. La reforma sugiere una revisión profunda de cómo se administra y se brinda la atención en salud, abriendo el debate sobre la sostenibilidad de las EPS y la eficacia del nuevo sistema propuesto. Con la reforma aún pendiente de aprobación en el Senado, el futuro de las EPS y la estructura del sistema de salud en Colombia permanecen en una encrucijada, a la espera de definiciones claras que orienten su curso.